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por BBC MUNDO 11 julio, 2017

Lo que la canción "Despacito" le hace a tu cerebro, según los científicos (y por qué esto explica su éxito)

Puede que la canción te guste o no, pero hay razones científicas que ayudan a explicar el éxito del tema "Despacito" de Luis Fonsi y Daddy Yankee, que está arrasando en todo el mundo.

Varios estudios de neurociencia y psicología han encontrado que hay ciertos elementos comunes en las canciones pegajosas que llegan a encabezar los listados y suenan en el clímax de las fiestas.

"La música activa las áreas del cerebro relacionadas con el sonido y el movimiento, pero también las zonas asociadas a las emociones y recompensas", le explica a BBC Mundo la doctora Jessica Grahn, neurocientífica que estudia la música en la Universidad del Oeste de Ontario (UWO, por sus siglas en inglés), en Canadá.

Según comenta Grahn, hay estudios que muestran que las canciones que más nos gustan, son aquellas que generan mayor comunicación entre las áreas del cerebro relacionadas con el sonido y las emociones.

¿Pero cómo se logra esa conexión?

Golosina para el cerebro

Los expertos coinciden en que no existe una fórmula mágica, pero sí ciertos elementos que funcionan como una golosina para el cerebro.

Un primer ingrediente sería el ritmo.

Cuando la música tiene un beat o compás que es fácil de seguir, como en el caso de "Despacito", los experimentos han mostrado que aumenta la actividad de la zona del cerebro asociada al movimiento, incluso si la persona está totalmente quieta.

En general, mucha de la música pop a la que estamos expuestos, tienen un ritmo que nos resulta familiar, que hasta cierto punto es predecible.

Esa cualidad, según Grahn, funciona como una recompensa para el cerebro, pues nos resulta agradable que la canción se desarrolle justo de la forma en que creemos que lo hará.

La magia, sin embargo, ocurre cuando la canción incluye algún elemento que rompe con lo predecible.

"Es llevar ese beat pero hacerlo más interesante con un detalle novedoso que rompa la regla", dice Grahn.

"Se trata de hacerlo interesante, pero sin alejarlo tanto de lo que creemos que va a ocurrir".

Nahúm García, un productor de música español, cree haber encontrado ese pequeño detalle que hace a "Despacito" tan especial.

 

"Vosotros reíros del 'Despacito', pero la forma en que se rompe el ritmo antes del estribillo es una genialidad. La clave del tema", escribió en su cuenta de Twitter.

Con este gráfico, Nahúm García explica la "magia" de Despacito

 

 

Ruptura

García se refiere al minuto 1:23 de la canción, en el que la melodía se detiene y por primera vez Fonsi dice "Des pa ci to". Ahí, aunque casi imperceptible, el fraseo de Fonsi se desencaja del tempo, se retrasa respecto a la métrica que lleva el ritmo.

"La ruptura en la cadencia es tan radical que remarca muchísimo tanto el enganche del estribillo como la intención sensual de la letra, creando una unidad entre intención y efecto que hace que funcione tan bien", explica García en su perfil de Facebook.

"El cerebro se da cuenta de que ha habido un parón raro y eso le llama la atención", dice.

Según García, existen muchos "trucos" como este, pero éste en particular no es muy común y mucho menos en la música pop.

¿Y por qué se aplica este efecto en el primer "Des pa ci to" y no en el resto de la canción?

 

"Porque si lo aplican de nuevo puede cansar", dice García. "No puedes romper el ritmo de la canción muchas veces porque implica un esfuerzo para el cerebro".

"Despacito" ha sido uno de los grandes fenómenos musicales de este año.

 

 

¿Es Despacito un gusano de oído?

Psicólogos y científicos han utilizado el término "gusano de oído" para estudiar esas canciones que se nos quedan pegadas y no podemos dejar de cantar.

El término fue creado por James Kellaris, compositor y profesor de mercadeo en la Universidad de Cincinnati, en EE.UU., donde estudia la influencia de la música en los consumidores.

En sus estudios Kellaris ha encontrado que los gusanos de oídos generalmente son canciones repetitivas y poco complejas, ya sea en su ritmo, en sus letras o ambas.

Otra característica, sin embargo, que hace que una canción pueda convertirse en un gusano, es que contenga elementos inesperados, como por ejemplo un compás irregular, un patrón de melodía poco predecible o un efecto inusual.

"Despacito tiene elementos de un gusano de oído", le dice Kellaris a BBC Mundo. "Es animada, simple, repetitiva y tiene un ritmo pegajoso".

Kellaris, sin embargo, menciona otros elementos que complementan la explicación sobre el éxito de "Despacito", como un video atractivo que evoca emociones positivas, el nivel de exposición que los consumidores han tenido sobre ella y "para decirlo de manera cruda, el presupuesto para promocionar esta canción".

Más allá de los gustos o las explicaciones, lo cierto es que "Despacito" ha sido uno de los grandes fenómenos musicales de este año.

 

"Como muchos, ya siento hastío de escucharla, pero me parece que está muy bien hecha", concluye Nahúm García.

Tita, la nieta cantora de Violeta Parra: "Siento ganas de cuidar de ella, de decirle que todo está bien, que el dolor ya pasó"

La compositora y cantautora prepara el aterrizaje en el país de la versión chilena del "Dando", una experiencia musical colaborativa en la que artistas viajan de región en región para mantener vivo el canto popular y que en Chile llevará por nombre: la Ruta de Violeta Parra. En esta entrevista, la cantautora reflexiona sobre la herencia musical latinoamericana que dejó su abuela y sobre el significado de ser un "Parra".

 

La celebración del centenario del nacimiento de Violeta Parra se espera que sea a la altura de su obra. Así fue anunciado. Una celebración de octubre a octubre.

Sin ánimo de restarse en lo absoluto a este gran reconocimiento que devino póstumo, Tita Parra, su nieta, imagina el suceso como lo vería Violeta. "Sueño con una ruta por pueblitos y regiones, con mujeres cantando, con grupos de música ensayando y preparando recitales, recibiendo artistas, turistas, gente joven movilizada con su espíritu para hacer vida popular".

El sueño de la hija de Isabel y nieta de quizás la folclorista más importante de América, no figura como un anhelo nostálgico del Chile de hace más 50 años, ni como su aporte personal a la larga lista de eventos que se proyectan para la efemérides nacional: lo suyo es un proyecto artístico latinoamericano, sin fecha de caducidad ni vencimiento, una réplica del Dando brasileño, en la que artistas de manera subsidiaria viajan de región en región para mantener vivo el canto popular y que en Chile llevará por nombre: la Ruta de Violeta Parra. Tita será su coordinadora.

"Ideado por Katya Teixera, una gran artista y gestora, amiga, luchadora, el Dando consiste en que artistas, músicos, producen shows para sus pares, en circuitos en torno a una ciudad principal. En cada ciudad un artista recibe a otro, haciendo el rol de coordinador, productor, y es así como los artistas recorren Brasil entero", explica Tita. "Es una enorme red que no para de hacer shows y genera más y más posibilidades de cantar, tocar, recorrer y está creciendo, ayudando a generar espacios nuevos, creando público nuevo y lugares nuevos".

Como la música no para, el coordinador debe cumplir todos los roles para organizar un show al mes en su ciudad, desde conseguir el espacio, hacer la difusión y conseguir el apoyo de instituciones culturales y empresa privada para que los costos no salgan de la billetera de los artistas.

"Yo soy parte de Dando y es un regalo muy grande, una posibilidad como coordinadora de abrir estos circuitos en Chile para recibir a los músicos, entre ellos, al circuito de música Dercio Marques, que fue un cantautor muy querido en Brasil y que en su honor el Dandolleva su nombre", dice. "Los brasileños se sienten felices de que elDando esté próximo a suceder en Chile, y que pueda replicarse en otros países, en la medida en que se vayan creando más circuitos".

Integrada ahora a un movimiento musical, cultural y de resistencia, Tita confiesa que esta fraternidad vertiginosa le permitió superar la frustración artística que vivió en el país.

"Durante años en mi país yo golpeaba puertas, ventanas y no pasaba mucho, no había un flujo o un torrente, sino que era una lucha dura y diaria, en la que a veces algunas cosas resultaban y muchas otras nada de nada, poca respuesta. En Chile también fui parte de un gran movimiento musical que tuvo mucho dolor, frustración, marginalidad, poco reconocimiento y valorización", expresa.

Con diversos proyectos en varios estados de Brasil, que se van sumando en lo que en sus palabras llama un "torrente musical", Tita cuenta que interpretar las composiciones de Violeta "es un motivo de emoción muy grande aquí (Brasil), para todos los que conocen al menos un poco de las canciones".

"Eso ayuda mucho a crear mayor motivación y entusiasmo. Así surge un interés importante, que me ha hecho sentir muy feliz de ser Parra, de poder ser reconocida en mi historia, origen, trayectoria, cosa que a veces no sucedía en Chile", sostiene la cantora. "Yo sigo descubriendo y gozando mucho cuando estudio, investigo e intento rescatar temas de la Violeta que nadie canta y mostrarlo al público. Eso me hace feliz, me encanta y cada vez lo revalorizo de distintas formas".

El interés de los brasileños por la herencia musical de Violeta, la nieta de la artista la ha sentido en muchos lugares, siendo la última, Colombia, donde hace pocas semanas se brindó un tributo a la autora de Paloma Ausente, de Arauco tiene una pena, del Rin del Angelito, y tantas más.

"Fue como un preámbulo de los cien años. Fue una gran producción, en el teatro más elegante y bello de Bogotá. Estaba repleto, 3 mil personas, entradas agotadas. Se invitó a varias cantoras latinoamericanas, y fue un éxito total", cuenta.

"El público estaba vuelto loco, se sentía un fervor y amor gigante por Violeta Parra, muy emocionante. El productor invirtió mucho en hacer esta producción internacional, y lo hizo muy bien. Lo más destacado de todo fue el público ferviente. Los músicos colombianos también, los arreglos, y las mujeres cantantes invitadas, como la anfitriona Marta Gómez y Susana Baca, también contribuyeron mucho con su talento. Fue un privilegio estar ahí, representar a los Parra, ser la nieta de Violeta, allí cantando, fue una sensación que me llenó el alma", recuerda.

Siendo los Parra un clan, un apellido que está impreso en las raíces mismas del cancionero popular y poético chileno, para Tita en modo alguno aquello significa un peso ni una obligación de ser músico, más bien la nieta cantora lo ve como un regalo, en la que siente a su abuela, a la Violeta, en su misma claridad.

"Siempre he sido esencialmente libre porque nunca he estado obligada a seguir un camino determinado, ni a representar a nadie, sin embargo, en mi espíritu parece que soy nieta de la Violeta", confiesa. "Mi relación cotidiana con la Violeta tiene la misma complicidad de siempre que hubo entre ella y yo, aunque ahora que estoy mayor, la veo a ella más niña y frágil, siento ganas de cuidar de ella y protegerla, decirle que todo está bien, que el dolor ya pasó".

El dolor que quisiera calmar en Violeta, de algún modo, es similar al suyo, al que la propia Tita Parra cada día busca atenuar con música y que emana de la temprana pérdida de su hijo, Antar, quien falleció a los 28 años y con quien compartió escenario en Brasil y aprendió a conocer la receptividad de los músicos brasileños, "del trabajo hecho con amor, con emoción y con lágrimas".

"La partida de mi hijo me rompió la vida, me costó mucho retomar la vida cotidiana, laboral, hasta volver a tocar guitarra, era doloroso. Cuando comencé a componer de nuevo, solo me importa hacer canciones para él, grabar un nuevo disco solo para él, con músicas que a él le pudieran gustar, con mi amor vertido allí, mi pena y mis ausencias. Y lo que él me dejó, su alegría y amor por la vida, nada menos. Eso es lo que quiero hacer, aún no sé cómo. Pero ya hay canciones que estoy cantando y tocando con mis amigos músicos, y ya son parte de mi vida musical actual", reflexiona.

Este nuevo repertorio y el proyecto la Ruta de Violeta Parra, se suma a su labor como programadora de la moderna sala Antar, en homenaje a su hijo, al interior del Museo Violeta Parra.

"Al principio me costaba asumirlo, me dolía el corazón, quería huir muy lejos a llorar, pero la sala es tan preciosa, que es posible hacer allí que la música sane los dolores, que reúna a la gente y a los músicos, que se cree magia", cuenta. "Hoy la sala se ha convertido en un espacio alternativo que hacía falta y trabajar aquí es lindo y simple a la vez, ya que conozco el medio, a los músicos que hay, y me gusta explorar, armar redes, colaborar en lo que conozco y se necesita, crear público, mostrar lo que creo que es valioso. La hermosa Sala Antar lo permite, el Museo con el nombre de Violeta atrae al público, gente que llega abierta y receptiva", señala.

Musicalmente, Tita Parra recientemente grabó un disco de homenaje a Violeta con el Sexteto Mundano de Carlinhos Antunes, el disco Violeta Tierna y Eterna, y con el grupo Sendeiros de Arthus Fochi, realiza participaciones de difusión en vivo de la obra de Violeta.

"Hay tantas cosas que hacer y proyectos gestándose, que mi vida está intensa, pero dentro de mí hay calma, no corro. La música está siempre arriba y desde el corazón", finaliza.